miércoles, 2 de abril de 2008

Antonio Lopez

Me gustaría remarcar esta respuesta de Antonio Lopez en una entrevista realizada por El Pais:


P. Tampoco se han percibido cambios bruscos en su forma de crear.

R. No estoy de acuerdo. No ha habido un cambio radical, pero cambios hay. Y muchos. ¿Sabe cuál es el artista que ha cambiado más sin que se hable de esos cambios? Velázquez. Lo aprecias cuando contemplas la obra en su totalidad. Desde los cuadros oscuros sevillanos hasta Las meninas y Las hilanderas, esas glorias de luz y de color, notas todo el recorrido extenso y profundo que ha hecho. Se habla de las mutaciones de Picasso, de Goya, pero nadie ha cambiado tanto como Velázquez. Sin pretenderlo, sino porque, sencillamente, la vida le cambió a él. En mi caso, igual. Te tiene que cambiar la vida. Hay cambios tan profundos que solamente sabiendo que son de verdad puedes valorar su esencia.

P. Decía antes que ahora no se valoran las cosas bien hechas...

R. La aportación tiene que tener un interés que cubra las expectativas de lo contemporáneo. Si no tiene ese interés, todo lo que se entiende como bien hecho, como dominio del oficio, sirve para poco.

P. ¿A qué expectativas se refiere?

R. Tiene que tener un lenguaje cuya aportación sea nueva para la figuración. Un cuadro de ahora, no se puede parecer al de otras épocas. Tiene que tener un elemento espiritual, ético, estético, un conjunto de cosas que justifique que se haga en un momento en el que se trabaja por lo general fuera de ese territorio. Sólo ahí tiene espacio la figuración. Y naturalmente, tiene que estar muy bien hecho, como también lo tiene que estar la abstracción. Pero ya no se habla de lo bien hecho, sino de lo que pueda sorprender. El gran arte de todas las épocas siempre ha necesitado que el contenido tenga hondura y que el espectáculo de su lenguaje sea atractivo. No me parece difícil, lo que hace falta es que te dejen hacer las cosas. Si te dan patadas desde que empiezas, vamos mal.

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